domingo, 2 de junio de 2013

Fluvial

Yo espero debajo de la lluvia. El silencio espero.

Decía uno, ese que recuerdo perfectamente:... soy yo.

Mientras caminaba bajo el chaparrón... ya olía el cemento agrietado bajo un almendro, allí, adelantito. La tierra era negra, sútil, recién mojada. Más bien se iba formando la expresión de la emoción que uno siente, del sollozo en el que se encuentra ante suscitado fenómeno. Una problemática en el que se mezclan la estructura de su verbo "lloviendo" en mis reposos de pensamiento.
 Callados se quedan entonces los disturbios de los carros y demás. Sólo se obervaban charcos sin barcos de papel. Es ciudad por dios! No hay donde llevar destinos. Hablar de la demás estructura simple del entorno no abre la mente. Me miras con ojos grises lluvia!, Yo soy café!
 Tus puertas abren lo que hay en uno. Se escapa lo frío, hay mucho placer. En algún lugar estarás después. No te olvides de mí, de que me empapaste muchas veces.  Te sientes tanto en la piel estando a solas. Enséñame a erizar con tus labios!
   Hace mucho rato, por las ventanas del pasaje se resbalaban parte de la mala suerte que tuvieron parte de tu conjunto. Sin uniformidad estabas en partes; sin embargo, poco después entré en lo uniforme de tu manto. Entiendo lo que provocas como a las mujeres: incomprensible. Fuístes y eres puro oído en un callado. Vos te traduce en estímulos al cuerpo que regresan a la sien para hacer suspirar. Los ríos te llevan por allá al cruce de las vertientes. Y aquí mueren tus gotas rápidamente en lo negro.
 He de suponer que nadie me conoce por aquí; llevo un sombrero cubierto todo el tiempo. Remojas el pedazo de tierra añeja donde me he puesto para el reposo. No puede existir noción del tiempo en estado inconsciente, como en el que estoy en la escritura. Con palabras que abren el pecho al empujarlas el olor de las puertas mojadas. Parece llorar el hombre, pero la gente bien sabe que es mentira por que la lluvia es la que me empapa.
    No supondré más. Lo que siento es tan poderoso como la alegría, por que hace correr por la cara lágrimas brillantes como el rojo oxigenado de la sangre entrante.
 Es ese el justo momento en que se forma de lado a lado el arcoiris de mi sonrisa, de hueco a hueco, en un resplandor de relámpagos, una ocurrencia de la vida buena reflejada en boca. Tan feliz, grato, estupefacto, sin prejuicios, sin alimento sintético, sin muebles de plástico; con la fusión del viento, el cariño y el folclor hechos música. No puede haber más extravagancia en mi aspecto preocupado por el arte de la palma de quien te hizo en lo alto de los riscos. Es fantasía pura, emergente de los siglos anteriores, de la paz de los tiempos aquellos donde el porvenir era sólo paz.
 Somos desde este justo momento, en que nos visualizamos, tres pinturas diferentes, en tres concentraciones de estado al azar, en diferentes burbujas: yo en la lluvia, tú en no se dónde; pero ambos  con el alma distante y en distinta densura. Significando algo extraordinario, complejidad filosófica por una parte; en la otra, antojo irreal para tí.
  ..."Las manos de la tarde noche se dejaban caer. Mucho más distante, a miles de kilómetros tu sombra y la sombra de la noche se empezaban a pegar a uno. La tuya no se si fué singular. Pero es seguro que te escribo aquí. Y aquí vivirás,... tenlo bien en cuenta."

Te esperaba con ansias en mi casa, había mucha riega sin regar, surcos sin contenido. Por las paredes te infiltras apagando el calor atrapado. El calor que hacía antes no bajaba ni en la noche, no me encontraba tan tranquilo como ahora. Era inquieta, bochornosa. Me enrollo en las cobijas en este momento, namas escucho como suena rico la lluvia en las láminas. Se va a corto tiempo, se deja caer de nuevo con todo. Ni los zancudos que siempre amanecen panzones, ni los otros animaluchos andan de zigzagueantes, de molestosos, nomas por que sí.

Como pan, como plátanos fritos en trozos redondos con sal, tomo un sorbo de café negro. Mi aliento sale cargado.  

Sin voluntad es como se eriza la piel.


4 comentarios:

  1. Hola Gilberto, gracias por tu visita. Es bonito cuando dejamos salir los sentimientos, expresándolo en este hermoso texto.
    Saludos.

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  2. Muy bella prosa poética, que tiene de protagonista a la lluvia.
    Besos

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  3. Que ganas de lluvia da leerlo.
    Gracias Gilberto!

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