miércoles, 5 de junio de 2013

Azul de misterio

Dejando atrás prejuicios. Soltándome, yendo libremente por bajadas, sintiendo las mariposas en el estómago. Dejando atrás la calle q siempre frecuenté.

Y digo con todo respeto:

   El cielo es azul de verdad. Hace falta una mujer radiante, celeste nadamas. Para darle al agua sabor, para momentos de locura,de sollozos y otras cosas más. Entre otras cosas que raras veces veo por el camino son el verde y el azul. Eso de saber soltar las manos sobre tu cara, deslizándome con tono hechizo de sax y después cambiar a balada rock, es momento bueno de armonía. Nos desamarramos, nos probamos el aliento y decimos: somos dos. Nos miramos así, aprendemos a respirar por que rompemos de un golpe la estructura colosal del  miedo. Te peino, te quedas eriza. Qué triste es esta vida sin fresca aventura, sin el vidrio cristalino del agua. Te veo tranquila y de forma irregular. Como las figuras irregulares de los rayos de sol reflejados en tierra, a través del árbol; yo descansando bajo él. Me salgo de la sombra al vivo sol para  tragar un sorbo de coca cola que me efervesce tanto, su principio activo en la garganta. 
   No sé, pero como te veo yo es como si estára  pasando rápido y mirando a través de la ventana del bus. Viendo el voladero verde, el cielo súper azul arriba, nubes blancas. Subiendo de menor a mayor, de tono, de escala, subiendo infinitamente la moral. 
  Me lleva el viento, me voy volando al sur de donde salí, pido que me quieras; aunque seas inseguridad, aunque no existas, aunque seas  misterio en mi realismo.

Cosas así se quiebran sin el imaginar.




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