martes, 23 de julio de 2013

Poder dual

En donde vamos a estar?

Entre las manos entreabiertas conteniendo el agua fresca que se escurre hasta los codos. Rastreando los diamantes de los maíces de colores, sus dientes que no tienen vacío para nuestra hambre. Las decisiones son mortales, cambian el paradigma de las cosas. Y con todo y esas cosas la felicidad que se encuentra en las historias de buen término, de buen fin, una cuchillada de pensamiento a la esclavitud de la madurez sobria.

Seguimos caminando sobre los viejos territorios que poseíamos y que fueron olvidados. Hagamos la doble alianza, establezcamos nuestros asentamientos de adobe, los tiempos de la sabiduría en tiempos de colapsos en los que a tristezas se les va la vida. Esto es el doble poder del amor espiritual. Colgamos nuevamente las sepias de nuestros grabados rostros infantiles, nuestros dedos marcados sobre el piso, los vasos de cerámica, la fecha de los noventas, el día y la hora del momento exacto, las casas de palillos, mire como revivimos. En besos siempre se vuela y desciende, más aun, en nuestras distancias arreciamos para no apartarnos. Y de aquí, así hasta el buen fin. La música olvidada, las que fueron nuestras mascotas, enterradas con las crucecitas desaparecidas. Cómo nos rozan el alma, quemándonos para encontrarnos bien en el curso de las horas, con el miedo temblando por el embrujo de nuestros corazones liberando las ánimas de los niños injustamente enjuiciados. Voces inocentes, susurros de las hojas al tímpano que encoje poquito a poco nuestros hombros. Es eso y más, mucho más. 
     Con el alma perdida entramos a la riqueza de la misma entre tanta pobreza. Es la compasión de los dioses a nuestras súplicas duales ante lo efímero de las cosas de siempre. Siendo el danzón para los viejos en los rincones, la historia surrealista para el guionista, el agua para el sediento, la luz para el ciego. Llevamos nuestras propias cuentas, nos desdoblamos el papel del pergamino y volamos hacia la inexistencia. No apartes los ojos de mí porque no los apartaré de los tuyos. 

    Tenemos un hogar más allá de los tiempos para envejecer. Volvamos antes  de que la oscuridad le cierre a los tordos y a los pichichis su camino.
O se quiere quedar para que subamos nuevamente al cielo? Para que no nos encadenen nuestros cuerpos?


3 comentarios:

  1. Excelente tu manera de escribir, para lo joven que eres. Te dejo un cordial saludo y aprovecho también de agradecer que dejaras tu huella en mi blog.

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  2. Hay una manera muy particular de afrontar sus textos en la escritura. Llevan ísnsitu el espíritu de la culturas míticas aztecas, que fácilmente sitúa en un contexto actual. Un abrazo.

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  3. Hay un tono críptico, en su etxtos...y ello fuerza a pensar. Un abrazo. Carlos

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