Enraizada

Te ves demasiada elegante con traje japonés; el cual hace ver tu carita redonda. Pero te verías encantadora con un traje típico mazateco o de alguna otra región. Así, original, enraizada. Collares con cuentas regionales, tu cabello con trenzas, dulces anizes sobre tu buffet. Seré yo un intento de escritor frustrado. Tú no se quién, serás ese alguien opuesto, inimaginable.

Conformas un solo cuerpo elipsoide, llenas de partículas, luciérnagas de la maleza, de la manzanilla. Lo que sos es un molino de viento, pocas redes, poca energía eólica que no daña; más sin embargo, como abarca, -aparte de buena-. Distancia de un lado a otro perdiendo espesor, rachas de viento dentro tuyo. Destilando el amortiguante y liberador pulque de mi feria.

Te propongo un protector en día azulado, sobre un río con mucha hierba de la buena. Poemas y pensamientos bien abstractos, armándose sobre tu piel blanca. Cuando entremos al sendero de la noche, saldré de prisión y se desbordará un río con todo el sabor de un café de olla. No dejar dormir.

Ayúdame a salir! Ando, por decirlo así, nauseabundo. Soy interrogativo, el tiempo es corto y ardiente el viaducto largo.  Tan largo como la trayectoria de mi rayo a tu tierra. No será infinito, pero será tan monumental el placer de sacudirte rápidamente.

Te digo que eres espectadora de gente que discrimina. Por que no buscas otros caminos? Pocos conocen la terracería de su vida. Pero muchos saben como matar el aspecto de la suya con el chapopote negro de la carretera.

Somos cosecha sobre chinampas flotantes. Y así, poco a poco, sacar de nuestra siembra los frutos para nuestra posterior muerte.