miércoles, 15 de febrero de 2012

Inexplicablemente me encuentro con una energía enorme. Siento que de repente se va soltar algo de mí. Siempre ignoro estas cosas. Mas aún, paso como el sol a la tierra: comúnmente, simplemente. 
 Hace un buen rato salí de clases, comí e hice los quehaceres incansables, como si fuera un ama de casa. Ahora escribo estas líneas sin punto fijo. Nada me viene a la mente, nada. Me digo siempre que veo a una chica que me gusta - de echo, me gustan una o dos por ahi.- si realmente quieres o no quieres tenerla. Por que en mi forma de ser, no se me nota, no se me queda ese sentir, o si se me queda, solo es rápida e incierta la certeza. Ayer le pregunté a un amigo por alguien en especial. Si la conocía, si se llevaba con ella...
- Tu namas dices que te gusta y no haces nada, eres pendejo o tonto.- me dijo
- las dos cosas, en estas cosas-
- Pa mí que eres hablador namas, pichón-
-Ya chingao, namás preguntaba, no dije si me gustaba o no (si, como no)-
Mañana no se que haré, algo se me va ocurrir. Muy aparte de jugar una hora o dos, o tres o tal vez 8 horas (ya mero para la fotosíntesis) en la compu como niño chiquito. Por cierto, no sé, como que, ya no se me dan esas ganas de jugar, como que le hago al que pienso y digo que ya estoy viejo como para esos "jueguitos", que no son jueguitos cualquiera. Trato de conquistar toda la galaxía entera (que mamada) usando estrategias agotadoras que no me sirven en modo " difícil". Pierdo en dos minutos y se acabó el placer. Creo que estoy llegando al punto de "madurar" y convertirme ya en un adulto. Aunque no lo parezca.

Digo, no es malo divertirse. Pero... no sé. Ya no se me da eso.

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