lunes, 24 de octubre de 2011

Soy un indigente...

Así es, soy un maldito indigente haciendo lo propio en la facultad. Y es eso, es eso. Maldito desaire que tengo de mi ser. Maldigo ese sentimiento de angustia y necesidad. Quiero ser terco, necio!. Pero eso no es lo mío. Saber esperar?. Coño! te queda muy poco tiempo.
 Ese cambio no lo he notado aún. Ni creo que lo note, ni lo sienta, aunque muy inquieto esté. Simplemente te apagas a la mera hora. No reaccionas, no te salen las palabras. Eso no me pasa con otras personas, con mis amigos. Te le quedas viendo con cara de ternura y a la vez con cara de pendejo-por que no sabes que hacer-.
 He dejado de escribir lo que tenía en mente desde un principio, he incluso me ha ido mal en un bendito examen.  Me tengo que comprender a mí mismo, eso es lo que te pasa por querer olvidar algo que no quisiste hacer anteriormente. Y mira ahora, ha vuelto. Fue por azar del destino. 

Eso lo sé perfectamente... y aquella persona como sin nada, o tal vez no. No lo sé. Pero tengo la impresión, de que algún día le agradé. De eso si no cabe duda. Lo veía en sus gestos...


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