martes, 11 de octubre de 2011

Cuando te tocan...

Puedes hipnotizarme con tus falsas caras,
puedes doblarme las manos  
sin hacer nada; 
pero yo sé que tus encantos
en tu humilde  fragilidad suelen estar

Puedes creer que no tengo alas,
pero juro que esas alas, en mi 
débil planeador las puedes encontrar

Puedes sollozarme  hasta poder
desviarme de mi andar
Puedes tener la fibra que suele 
mis pensamientos desconectar

Puedes creer que el cosmos y  las estrellas
no te puedan hacer suspirar,
que las formas inhumanas no puedan cambiar

Puedes causarme un daño cerebral
un daño tan solo en la piel superficial

Puedes rasgar y rasgar el diamante
de un alma,
un alma que con tan solo tocarte 
te podría hacer tambalear 

Cansado me podrás hallar
de tanto y tanto andar,
detrás de tus sombras,
 suelo siempre a un minuto estar

Mas no puedes dejar que yo tenga
sueños en los que en mi magia pura
te vuelva a embrujar.

Y nunca podrás quitar el hambre que tengo
de hacer que los cielos,
con sus ojos claros
te eleven a la eternidad.

 Y tal vez podría escribir una estrofa más,
pero mi cerebro dice: a la chingada, no doy para más.



Creo que ahora sí, lucí un poco.








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