viernes, 10 de enero de 2014

A ratos

Comenzando el año con una entrada. Algo retrasado estoy. Los festejos, las posadas, el aniversario de boda de  mis padres, la venta, y feliz año.

6:00 am. Me levanto, y más o menos a esta hora voy rumbo con mi padre o madre, o los tres juntos -porque estamos juntos siempre en estas fechas que pasaron-... al trabajo. Ya no me siento a gusto, es la madurez de la mente, es la madurez que no reflejo en mi forma de vestir y en el actuar. Pero, gota a gota se llena el vaso, que no?.

 Valle Nacional nos espera, me siento vacío, pero fresco.

7:00 am. Desayunamos, café y tortilla recién hecha a mano en casa de la abuela, cincuenta metros al fondo, al lado de la carretera, con sereno y apenas viéndose el sol detrás del cielo en cenizero. Quince minutos después nos vamos.  

7:30 am. Empezamos a abrir el local. Media hora después terminamos de abrir, de  colgar las cosas. Si fuera domingo, terminando de abrir, estaría en misa con mi padre o madre, no los tres juntos.  Una hora después, vería a alguien verme pasando del otro lado de la calle.

Verte, sólo eso. Por unos segundos nos vemos y nos llenamos.

9:00 am. De lunes a viernes, el auge de la clientela no sería mucha. En cambio, los sábados y domingos cambian las cosas cuando bajan de los cerros, de las comunidades aledañas. Cerro cangrejo, la nueva esperanza, arroyo de banco.

Por esas horas del desayuno...

Hora del desayuno improvisado que de los tacos al vapor, tamales de frijol o pollo rostizado no pasan.

11 y tanto. De aquí en adelante siempre hay cosas que hacer; limpiar la poca mercancía que queda y que ya no se surten tanto en estos tiempos... atender, sentirme raro y dependiente, limpiar, atender, una que otra sonrisa cabizbaja, sentirme estúpido.

Afuera, a unos metros de donde estoy y estamos. Se ven pasar a gente tan feliz e ilusionada en su mayor parte. Que pasaría si la pobredumbre les entrara, con la verdad y les harían ver las cosas como son?. Desgraciadamente están viviendo felizmente entre carencias y faltas de oportunidades, con calentura todo el tiempo, en estos tiempos, donde la pobredumbre debe estar en su lugar "y no sé porque digo ésto si quiero ilusionarme, obsesionarme con el aire que a veces me mece de un lado a otro, importando poco que solo sea un rato"

Pensar que podría abrazar a alguien felizmente después de no verle y quedarte sin aliento cuando ves que esa persona es piedra y entonces tu sonrisa cambia, tus ojos no se dilatan, tus gestos que le obedecen, haciendo bajar tus manos lentamente, tus brazos. Sí, lo recuerdo bien.

6:30 pm y contando. El local se empieza a cerrar, llegan los últimos clientes apurados, al ver casi cerradas las cortinas. Aún sabiendo que todos los días, a mas tardar, a eso de las siete y tanto de la mañana ya está abierto con el día tan bueno y el sol hermoso, el canto del ruiseñor y... alguien vacío adentro.

De vuelta a casa. Anhelo poder sentirme completo, ignorar los prejuicios que son entre bien y mal, recalcándote con carbon, diciéndote que estás completo, haciéndote alagos, susurros que humedecen por ratos. 

Lo anhelo.




Bellas tomas.



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