martes, 8 de enero de 2013

Honrar las palabras

Niego con la cabeza erguida y sigo de frente.
 Flaco, de cara infantil, parece ir al mismo lugar de siempre, más alla, fuera de la sociedad. Va a pasar las horas nuevamente recostado...dormido en la yerba de olor campestre, con las hojas reflejadas en su rostro, hablando a  solas: ¡Hay madre mía, donde estaré si estoy tan lejos de sus besos!- decía.
Me ven pasar tembloroso, acosado por las miradas interrogativas que ven mi inquietud; ésta que se refleja en la sonrisa falsa. Nadie me ha visto comer, embriagado estoy por la mística creada por la triada - el entorno, los sentidos y yo- . Tal parece que no ven mi mente tan cerca de flotar en las nubes de plata. Sopor sin dormir, mi cara jodida finge perfectamente la inocencia y mi cabello la encubre.
 Se dice por ahí que me  mortifico demasiado por no poder desprenderme de este vicio. Nadie sabe con exactitud el por que de tal desesperación.
-Lo que ellos no saben es que daría cualquier cosa por no volver a caer, que aquel joven le ruega aferradamente que le quite el sabor de la ironía.-. Déjame como soy! Así estoy mejor, olvidado!.
Bajo el compromiso: " Mi magia esta oculta con las palabras, por que fingo ser lo que no soy". Así que por que no mejor honrar mis palabras y usarlas en el momento exacto y hacer lo mejor que pueda? de que me arrepentire?. De nada, no me recriminaré por que me veo inferior a ti, por que nunca he dicho eso.
 Si tu poder está en la palabra, el mio estará en la nobleza ruda de las cosas, y en las palabras exactas. La actitud también juega...


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